El ganado de varios propietarios era dejado en libertad para que pastara por las inmensas llanuras abiertas. Cada 6 meses, en primavera y otoño, los vaqueros iban a buscarlo y lo llevaban a los corrales, donde marcaban a los animales nacidos esa temporada, curaban a los heridos y separaban a los novillos ( para la carne) y las vacas ( para la cría ).
que buen blog
ResponderEliminarMe parece genial que los animales puedan tener libertad
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